Cada niño tiene su propio patrón y demanda individual para dormir y comer. Los bebés recién nacidos en particular no saben si es día o noche durante las primeras semanas. No hay mucho que los padres puedan hacer para ayudar a desarrollar este patrón.
Se puede apoyar al bebé en su desarrollo, pero el/ella será quién fije su propio ritmo. Algunos bebés tienen un ritmo natural fuerte. Estos niños suelen dormir toda la noche desde muy temprana edad. Otros bebés siempre se sienten hambrientos o cansados en diferentes momentos durante muchos meses. Necesitan el apoyo de sus padres para encontrar cierta regularidad o para alcanzar un ritmo que sea aceptable para toda la familia.
Rutinas diarias, constantes y tranquilas con comidas regulares, horarios de dormir y otras actividades, como paseos al aire libre o ciertos pasatiempos son importantes. Una rutina, como bañarse, comer, cuentos de buenas noches o canciones de cuna, puede tener un efecto calmante. No olvide complementar su rutina con una dieta bien balanceada, suficientes líquidos y más descansos de lo normal durante el día.