Transportando comida para bebés en un viaje

¿Cómo puedo transportar la comida de bebé en el coche?

Las temperaturas en la cajuela pueden alcanzar hasta más de 40°C. Es importante que consideres:

Los productos secos, como la fórmula infantil, las papillas de cereales en polvo y los frascos de alimentos a base de frutas son bastante resistentes. Estos productos puedes colocarlos en la cajuela sin ningún problema.

Sin embargo, las verduras y los productos que contienen carne (menús, preparaciones de carne) pueden descomponerse si se exponen a temperaturas superiores a 40°C durante mucho tiempo. Por lo tanto, te recomendamos considerar la temperatura para mantener estos productos seguros. Si es posible, guárdalos dentro del compartimiento del pasajero. La ventilación y el aire acondicionado mantendrán una temperatura adecuada.

Para transportar en la cajuela: pre-enfría los frascos en el refrigerador antes de comenzar tu viaje, luego colócalos en un contenedor de transporte refrigerado (bolsa, caja).

Primero almacena los frascos para evitar roturas. Idealmente, mantenlos en sus empaques originales de plástico. Todos los productos que necesites durante el viaje deben estar accesibles dentro del coche.

Transporte en el avión

Los alimentos para bebés se pueden llevar en el equipaje de mano en estuches a prueba de golpes y resistentes a la presión (por ejemplo, estuches rígidos). Los frascos deben empacarse cuidadosamente para evitar que se quiebren. También ponlos en bolsas de plástico para evitar que se rieguen por la maleta. Las papillas HiPP de plástico son ideales para llevar durante el viaje.

Sin embargo, te recomendamos llevar comida para los primeros 2 días en tu equipaje de mano, en caso de que tu equipaje no llegase a su destino. De esta manera, puedes estar segura de tener toda la comida que necesita tu bebé. Averigua con la aerolínea y el aeropuerto respectivo qué alimentos para bebés puedes llevar en tu equipaje de mano antes de tu salida.

Almacenamiento de comida para bebés en el complejo vacacional

En vacaciones, los frascos deben almacenarse a menos de 30°C. Antes de usar los frascos, verifica que hayan llegado bien y no estén dañados. Si un frasco o envase no está sellado correctamente, no se lo des a tu bebé.

Con los frascos que tienen la "prueba de la tapa" es muy fácil saberlo: en medio de la tapa debe estar ligeramente cóncava y no debe ceder a presión. Por seguridad, no uses un frasco donde la tapa se empuje hacia afuera. Además, cuando la abras por primera vez, debes escuchar un sonido de “clic”.

Con tarros y tazones, la “prueba de presión” es útil: sostén el tarro o tazón con la lámina hacia abajo y presiona los lados juntos. Si el producto tiene una fuga, no se debe utilizar el contenido. En vacaciones, los productos instantáneos, como las fórmulas o papillas de leche HiPP, deben almacenarse en un lugar seco, lejos de la luz solar. Si hace mucho calor, se recomienda mantener los alimentos secos sin abrir en el refrigerador. Una vez que abras un producto, no lo guardes en el refrigerador. El polvo puede humedecerse y echarse a perder. Debes almacenarlo en un lugar seco y úsalo lo más rápido posible. También puedes almacenarlos fuera del refrigerador. Con la fórmula probiótica a temperaturas muy altas puede suceder que los cultivos de ácido láctico probiótico se descompongan, disminuyendo el beneficio de el probiótico aunque no representa un riesgo para la salud.

¡Buen viaje y disfruta de tus vacaciones!