En las primeras semanas de vida del bebé, es normal que ocurran situaciones de la vida diaria, como citas médicas, compras, reuniones y más, que requieran tu ausencia del hogar.
Primero confirma si puedes llevar contigo al bebé, tal vez incluso alguien más pueda acompañarte para asistirte. Casi siempre puedes encontrar un lugar tranquilo y apartado para amamantar. En caso de que no puedas llevar a tu bebé, puedes optar por la opción de extraer leche de tu pecho para que durante tu ausencia, alguien más pueda dársela a tu pequeño con un biberón.
La leche materna extraída debe manipularse con mucho cuidado. Puedes obtener una mejor recomendación por parte de tu consultora de lactancia o pediatra.
La leche materna extraída se puede almacenar en un biberón limpio (de vidrio o plástico) en el refrigerador a una temperatura de + 4°C a + 6°C (verifica la temperatura con un termómetro) durante 2 días. La leche extraída no debe almacenarse en los compartimentos de las puertas, sino en la pared posterior del refrigerador, allí se conservará más fresca.