En términos de cantidad, el zinc juega un papel menor en el cuerpo con una proporción de dos gramos. Sin embargo, estos dos gramos son indispensables para nuestro cuerpo y un metabolismo sano, ya que el zinc se encarga de varias tareas en nuestro cuerpo.
Su función principal es activar las enzimas. Más del 70% de todas las enzimas necesitan zinc como "motor" y sólo se activan con su ayuda.
Su influencia positiva en el sistema inmunológico puede ser reconocida por el hecho de que el zinc influye en la cicatrización de las heridas.
Además el zinc también es insustituible como estabilizador de las paredes celulares, para el almacenamiento de insulina y para fortalecer la piel y el cabello.