En una cesárea, el feto se extrae del útero de la madre quirúrgicamente (con una incisión abdominal). Hay una diferencia entre una cesárea primaria y una cesárea secundaria. Se planifica una cesárea primaria y se lleva a cabo antes de que comience el parto. Se realiza una cesárea secundaria después de que el parto ya ha comenzado. Por lo general, implica complicaciones que ocurren durante el trabajo de parto, lo que lleva a que el parto no se pueda llevar a cabo sin riesgo.

En el mundo moderno, un promedio de tres de cada diez niños nace por cesárea. La tasa ha aumentado significativamente en los últimos años.

En el parto quirúrgico, la niña no pasa a través del canal natural del parto y, por lo tanto, no entra en contacto con la flora vaginal de la madre. Los estudios han demostrado que la flora intestinal en una cesárea es diferente a la de un bebé nacido por vía vaginal. La lactancia materna también es mejor para los bebés con cesárea, ya que la leche materna contiene componentes valiosos como los probióticos y prebióticos. Si no está amamantando, consulte a su clínica o pediatra para averiguar qué fórmula infantil es adecuada para su bebé. Los bebés con cesárea que no son amamantados pueden beneficiarse de las fórmulas infantiles con prebióticos y probióticos.